"Gracias al avance regulatorio, muchas operaciones mineras tienen un entendimiento sólido de sus obligaciones y responsabilidades, lo que ha elevado el estándar en el sector."
¿Cómo fueron los inicios de Geoservice en el sector minero?
Arrancamos en 1995 como un grupo reducido de consultores enfocados en brindar soporte a la minería, sobre todo con servicios de ingeniería y temas medioambientales. Nos ocupábamos de estudios técnicos vinculados a depósitos de relaves, desmonte y pilas de lixiviación, áreas clave para cualquier operación minera. Con el tiempo, fuimos creciendo y en el año 2008 consolidamos una unidad especializada solo en servicios medioambientales.
Trabajamos con la gran, mediana y pequeña minería. De hecho, el 90% de nuestra demanda viene del sector minero. Hemos colaborado con empresas como Buenaventura, Southern, Shougang y Jinzhao, esta última recién está entrando al país y ya estamos a cargo de sus servicios medioambientales.
También venimos trabajando con Consorcio Minero Horizonte y Compañía Minera Volcan, entre otras. Uno de nuestros campos más fuertes es la elaboración de planes de cierre de minas y pasivos ambientales mineros; a la fecha, hemos desarrollado más de 50 planes de cierre de minas y pasivos ambientales mineros, debidamente aprobados por el Ministerio de Energía y minas.
¿Cómo ha cambiado la regulación minera en las últimas décadas?
Ha dado un salto enorme en comparación con hace 30 años. Cuando recién empezamos, todo estaba en “la fase inicial”, sin una estructura clara. Hoy la situación es muy distinta: existen normas bien definidas que nos permiten trabajar directamente en distintos frentes, siguiendo lineamientos del MINEM, SENACE, ANA y otras instituciones.
Gracias a ese avance regulatorio, muchas operaciones mineras tienen ahora un entendimiento sólido de sus obligaciones y responsabilidades. Las entidades también han hecho su parte afinando los mecanismos de control, lo que ha elevado el estándar en el sector y permitido una mejor relación entre los actores involucrados.
¿Cuáles son algunos de los problemas que ven en la minería del Perú?
La minería informal es un problema social que se extiende por todo el país y nos impacta a todos de una forma u otra. Al respecto, una experiencia que podemos señalar es la de Activos Mineros SAC (AMSAC) que nos encomendó el proyecto de cierre de un pasivo ambiental en el norte de nuestro país (Quiruvilca), además de hacer una radiografía completa de las personas que viven alrededor. Lo que hemos visto es que hay más de 3,000 mineros informales en la zona que hacen pequeñas perforaciones tratando de extraer oro, a pequeña escala, pero con impactos reales. Es una realidad compleja que no se puede ignorar.
Por otro lado, hoy los mayores desafíos en minería no son técnicos, sino sociales. La clave está en coordinar con todos los actores que rodean una operación para lograr una convivencia armoniosa. No se trata solo de extraer recursos, sino de entender el entorno y construir relaciones sostenibles. Siempre hay espacio para alinear intereses: los de la operación minera, los de las comunidades cercanas y los del país. Con diálogo y voluntad, es posible encontrar un punto en común donde todos ganen.
¿Cuál fue su rol en el proyecto Tía María?
Nos encargamos del Estudio de Impacto Ambiental (EIA) del proyecto Tía María, que en su momento se paralizó por fuertes tensiones sociales. Hubo una oposición significativa, pero a través de paneles sociales enfocados en el componente ambiental, logramos que una mayoría de la población respaldara la iniciativa. Fue un proceso de escucha, diálogo y trabajo técnico riguroso.
Los talleres participativos son fundamentales; sin ellos, ningún proyecto avanza. También es crucial abordar la parte arqueológica con responsabilidad, realizando los estudios necesarios para no intervenir zonas sensibles. Todo eso forma parte del EIA, una herramienta clave que manejamos desde hace años y que exige abordar cada arista del entorno con cuidado.
¿Qué los diferencia de las consultoras internacionales que trabajan en minería?
Nuestro trabajo se parece al de muchas otras consultoras, pero hay un detalle que marca la diferencia: somos una de las pocas empresas peruanas que hacen ingeniería. La mayoría de las compañías que operan en este rubro vienen del extranjero, ya que las grandes mineras suelen traer a sus consultoras desde sus países de origen. El conocimiento no está limitado por fronteras, pero nosotros conocemos a nuestra gente y, al ser peruanos, entendemos mejor el contexto local y eso marca una diferencia, sobre todo en la parte social, donde la forma de comunicarse y generar confianza es clave.
Tenemos en nuestra estructura empresarial, una Área de Gestión de Proyectos – PMO, la cual se encarga de definir, estandarizar y mantener procesos y metodologías para la gestión de proyectos, garantizando la efectividad de nuestros servicios en los Estudios y Proyectos.
Contamos con profesionales fidelizados que forman parte estable de la empresa; no trabajamos por proyectos con personal temporal. Esa continuidad nos permite mantener estándares altos y un compromiso real con cada cliente.
Además, operamos bajo un Sistema Integrado de Gestión según normas técnicas internacionales vigentes, lo cual brinda un mayor valor agregado y altos estándares de calidad en nuestros servicios integrales de Ingeniería y Medioambiente, los cuales incluye certificaciones en Sistema de Gestión de la Calidad (ISO 9001), Sistema de Gestión Ambiental (ISO 14001), Sistema de Gestion de la Seguridad y Salud en el Trabajo (ISO 45001), Sistema de Gestión Antisoborno (ISO 37001), así como el reconocimiento del Ministerio del Ambiente (MINAM) con su Primera Estrella - Huella de Carbono, por nuestro compromiso por la acción climática, asegurando un ambiente más limpio y promoviendo el bienestar de la población.