Que tu proyecto de lixiviación por inyección se convierta en una oportunidad y no en un riesgo

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El Perú es un país reconocido por contar con muchos proyectos importantes de lixiviación, siendo varios de ellos de categoría mundial. En términos sencillos, en estos proyectos se acumula el mineral extraído en pilas de gran altura, que luego son irrigadas con soluciones cianuradas o ácidas, para extraer el mineral valioso.
Aunque efectivo, este proceso genera “inventarios” de mineral no lixiviado debido a la heterogeneidad del material y a las mismas limitaciones de los métodos convencionales de riego. Es aquí donde surgen varios métodos para reducir el inventario, entre los cuales se encuentra la lixiviación in situ a presión. Este método implica perforar pozos de inyección directamente en la pila para aplicar soluciones a presión, movilizando el mineral no recuperado previamente.
La tecnología ha ganado especial interés en Perú, donde muchas pilas de lixiviación están próximas al cierre, ofreciendo una oportunidad para recuperar valor adicional antes de concluir las operaciones. Sin embargo, como cualquier tecnología, la lixiviación in situ tiene desafíos y riesgos. Para maximizar los beneficios y minimizar posibles riesgos, se recomienda seguir un enfoque sistemático y multidisciplinario:
Este enfoque sistemático no solo mejorará la recuperación de mineral, sino que también te permitirá mitigar los riesgos asociados, transformando un potencial desafío en una oportunidad tangible. Hecho de la forma correcta, con la lixiviación in situ por inyección, los proyectos mineros en Perú y en el mundo pueden alcanzar una eficiencia operativa y una rentabilidad sostenida sin comprometer la seguridad o el entorno.

Datos Interesantes:
Aunque la lixiviación es considerada una técnica moderna, la idea de utilizar líquidos para extraer metales tiene raíces antiguas. Civilizaciones como los romanos ya empleaban métodos tempranos de lixiviación para extraer cobre de minerales oxidados utilizando agua y vinagre.

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El Perú es un país reconocido por contar con muchos proyectos importantes de lixiviación, siendo varios de ellos de categoría mundial. En términos sencillos, en estos proyectos se acumula el mineral extraído en pilas de gran altura, que luego son irrigadas con soluciones cianuradas o ácidas, para extraer el mineral valioso.
Aunque efectivo, este proceso genera “inventarios” de mineral no lixiviado debido a la heterogeneidad del material y a las mismas limitaciones de los métodos convencionales de riego. Es aquí donde surgen varios métodos para reducir el inventario, entre los cuales se encuentra la lixiviación in situ a presión. Este método implica perforar pozos de inyección directamente en la pila para aplicar soluciones a presión, movilizando el mineral no recuperado previamente.
La tecnología ha ganado especial interés en Perú, donde muchas pilas de lixiviación están próximas al cierre, ofreciendo una oportunidad para recuperar valor adicional antes de concluir las operaciones. Sin embargo, como cualquier tecnología, la lixiviación in situ tiene desafíos y riesgos. Para maximizar los beneficios y minimizar posibles riesgos, se recomienda seguir un enfoque sistemático y multidisciplinario:
Este enfoque sistemático no solo mejorará la recuperación de mineral, sino que también te permitirá mitigar los riesgos asociados, transformando un potencial desafío en una oportunidad tangible. Hecho de la forma correcta, con la lixiviación in situ por inyección, los proyectos mineros en Perú y en el mundo pueden alcanzar una eficiencia operativa y una rentabilidad sostenida sin comprometer la seguridad o el entorno.

Datos Interesantes:
Aunque la lixiviación es considerada una técnica moderna, la idea de utilizar líquidos para extraer metales tiene raíces antiguas. Civilizaciones como los romanos ya empleaban métodos tempranos de lixiviación para extraer cobre de minerales oxidados utilizando agua y vinagre.